Atender a los clientes vía WhatsApp podía parecer una locura cuando recién salía la aplicación y se usaba para conversar con amigos, hablar con el grupo del jardín de los hijos, organizar partidos de fútbol o fiestas de cumpleaños.
Sin embargo, la evolución de la tecnología no le fue ajena y el mensajero empezó a cumplir otras funciones, constituyéndose en una vía rápida para la comunicación en grupos de trabajo y dentro de la empresa. En WhatsApp, la función para adjuntar contenido se limitaba a PDFs, pero ahora es posible enviar archivos de cualquier formato siempre que ocupen menos de 100mb.
Por eso, ya no es necesario recurrir solo al e-mail para enviar ese tipo de archivos. Esto fortalece otro uso: la comunicación con los clientes. Es por esta razón muchas compañías están empezando a usar este medio, que no es tan impersonal como el envío de un correo y fortalece el vínculo entre la empresa y el cliente, haciéndolo más cercano, cálido y personalizado.
Un claro ejemplo de uso son los consultorios médicos que recuerdan las citas a través de WhatsApp. Esto agiliza la comunicación con los pacientes y permite reorganizar agendas de manera más efectiva. También se utiliza para recordar eventos o bien enviar información e incluso dependencias públicas envían recordatorios de los turnos administrativos.