Cada vez que usamos Internet, tomamos una fotografía con nuestro teléfono móvil, vamos al oftalmólogo u otros médicos especialistas a hacernos una revisión, compramos productos en la tienda y nos escanean su código de barras… estamos empleando la luz y de tecnologías basadas en la luz.
La humanidad, no existiría sin luz. La Vida, tal como la conocemos, no sería posible sin la luz de nuestro Sol.
El año 2015 coincide con los aniversarios de una serie de hitos importantes en la historia de la ciencia de la luz. Algunos de ellos son la contribución a la óptica de Ibn Al-Haytham en 1015, la propuesta de Fresnel en 1815 acerca del carácter ondulatorio de la luz, la teoría electromagnética de propagación de la luz formulada por Maxwell en 1865, la teoría de Einstein del efecto fotoeléctrico en 1905, el descubrimiento del fondo de microondas del cosmos por Penzias y Wilson en 1965 y el logro de Charles Kao, ese mismo año, sobre la transmisión de la luz por fibra óptica.
Todos estos grandes avances hicieron que el día 20 de diciembre de 2013, la Organización de las Naciones Unidas proclamase el 2015 como el Año Internacional de la luz y las Tecnologías basadas en la luz. El objetivo es comunicar a la sociedad la importancia de la luz y sus tecnologías asociadas en áreas tan importantes como la energía, la educación, la salud y la comunicación.
El año internacional cuenta con el apoyo de asociaciones científicas internacionales y será administrado por un comité directivo en colaboración con el programa Internacional de Ciencias Básicas de la Unesco y una secretaría en elCentro Internacional de Física Teórica Abdus Salam (ICTP). Además, cuenta con el apoyo de la Sociedad Europea de Física, la Sociedad Internacional para la Óptica y la Fotónica (SPIE), la Sociedad Óptica (OSA), la Sociedad de Fotónica (IEEE), la Sociedad Americana de Física y la red lightsources.org