Un estudio demostró cómo llamadas y navegación fallan un 26 por ciento frente a un teléfono original. El Instituto Nokia de Tecnología ubicado en Manaos (Brasil) realizó recientemente un estudio para analizar los impactos que tienen los denominados teléfonos ‘imitación’, o sin marca, en la calidad del servicio para los usuarios.
Según Aderbal Bonturi Pereira, director del Foro Mundial de Fabricantes de Móviles (MMF, por sus siglas en inglés), “en Colombia, según nuestros cálculos, el 15 por ciento de los teléfonos que se venden al año son de este tipo de unidades ‘substandard’ (deficientes)”.
Esta denominación hace alusión a teléfonos que imitan a los de otras compañías o que sencillamente no tienen una marca específica y son reconocidos por su bajo precio y poca calidad.
El informe analizó 44 de estos teléfonos falsos y un número igual de equipos originales de distintas marcas como Nokia, Motorola, Sony Ericsson, entre otros, específicamente en cuatro áreas: cantidad de llamadas ‘caídas’; errores en la navegación; conectividad con la red celular y desempeño en la potencia de la señal.
Dentro de los principales hallazgos del estudio se encontró que en estos equipos el 24 por ciento de las llamadas fallan o se caen en plena conversación, contra un 3,3 por ciento de casos en celulares originales. De otro lado, el 26 por ciento de las sesiones de navegación en Internet en teléfonos falsos o sin marca no se lograron, mientras que en celulares originales no se registraron errores al respecto.
“Adicionalmente a esto, para el desempeño de las redes celulares estos equipos también representan un problema, pues su capacidad para captar la potencia de la señal desde la antena es un 57 por ciento menos eficiente que la de equipos originales, generando interferencias y afectando al resto de usuarios en la calidad de su llamada”, explicó Bonturi Pereira.
Adicionalmente, “estos celulares ingresan al mercado de manera ilegal, sin pagar regalías y tampoco con la homologación ante los operadores locales, lo que los deja por fuera de cualquier cubrimiento técnico o de servicio para el usuario que los compra”, señaló Aderbal Bonturi.
Otros estudios han demostrado cómo estos equipos falsificados o sin marca poseen niveles prohibidos de materiales riesgosos para la salud. “Las baterías tienen materiales prohibidos por entes de control, que se pueden calentar, además de su poca eficiencia”, señaló Aderbal Bonturi, de la MMF. Dichos modelos tampoco cumplen con estándares de manejo de radiación.