24symbols.com todavía no ha comenzado a funcionar y ya ha recibido 250 mil euros del grupo de inversión Sidkap, ha sido mencionada por diarios como The Guardian o Le Figaro y su página web recibe más de 3.000 visitas diarias. Sus creadores lo definen como “el Spotify de los libros”, pero ¿qué es?
Aitor Grandes, uno de sus cuatro fundadores explica que, cuando se lance definitivamente, 24symbols será un servicio que ofrecerá libros en línea de forma gratuita y con publicidad, del mismo modo que hace Spotify con la música. Y, al igual que con este servicio, los usuarios podrán suscribirse para deshacerse de la misma.
En cualquier caso, los usuarios podrán acceder al servicio desde cualquier dispositivo con navegador y acceso a Internet, ya sean redes WiFi, ethernet o 3G, para leer cualquier libro del catálogo de 24symbols. Además, según explica Grandes, la idea es desarrollar también aplicaciones para iPad, iPhone y dispositivos Android para no tener que acceder mediante el navegador.
Los usuarios que opten por un servicio de suscripción, por su parte, podrán acceder a los libros cuando no se encuentren en línea, aunque, para evitar que se ‘pirateen’, el contenido “se bajará a un pequeño fichero, pero nunca se almacenará”. De este modo, se podrá leer, cuando no se tenga acceso a la Red, como, por ejemplo, en el metro. El sistema de pago todavía no tiene un precio decidido, pero Grandes cree que su precio estará “entre seis y nueve euros al mes. La idea es que un trimestre de suscripción cueste más o menos lo que cuesta un libro”.
En cuanto al catálogo, la idea es no limitarlo a editoriales de literatura, sino que quieren centrarse “en todo el mundo del papel: libros educativos, de tecnología… Por el momento, están en conversaciones “con varias editoriales”, explica Grandes.
Este joven empresario de 34 años, que abandonó su trabajo para dedicarse “full time” a este proyecto, también explica que creen que llegan en el momento justo, pues los dispositivos de lectura electrónica y, sobre todo, las tabletas, especialmente en España, “todavía tienen poco mercado”, lo que les da tiempo a preparar el proyecto y para negociar con las editoriales. “Si no fuera así, significaría que estaríamos llegando tarde”.