El denominado Dispositivo de Intervención de Asalto, creado por Raytheon, lejos de matar o causar heridas, lo que hace es “disparar” un calor intenso a una parte concreta del cuerpo de la víctima. El aparato se maneja con un joystick y permite lanzar rayos con un alcance aproximado de 30 metros. Según las fuerzas de seguridad que lo han probado, la sensación se asemeja a cuando abres un horno encendido y el aire caliente te da en la cara, pero enfocado a una parte concreta del cuerpo.
El dispositivo será montado en el techo en el Centro de Detención Pitchess en Los Angeles, que alberga alrededor de 65 prisioneros.