Las 20 contraseñas que debes evitar usar si quieres una cuenta segura

0
173

Las contraseñas son esos códigos que blindan el acceso a una enorme cantidad de información privada en nuestras cuentas personales. Elegir una clave segura es vital a la hora de proteger todos esos datos, por eso es importante pensar más de dos veces antes de establecer una contraseña.

La realidad es que no todos los usuarios hacen esto, por eso son más comunes de lo debido claves como “1234” o fechas de nacimiento. Ahora, una empresa de ciberseguridad llamada SplashData ha recopilado las contraseñas menos seguras para confirmarnos cuáles no debemos elegir.

Las 20 peores contraseñas de 2018
Tras analizar más de 5 millones de contraseñas filtradas en la red, SplashData ha podido confirmar que los malos hábitos tardan en morir. Aunque elegir una contraseña tan sencilla suponga poner en serio riesgo el móvil, la computadora o el acceso a Instagram, muchos usuarios sigue recurriendo a este tipo de claves por el miedo a olvidarlas o por pereza a pensar en una más complicada.

Así es como llegamos a las 20 peores contraseñas de 2018, recopiladas por SplashData en este enlace. Los primeros puestos no decepcionan y contienen claves como “123456” o “password”. Además, el top 20 tiene alguna que otra sorpresa que no esperábamos, como “monkey” o “football”.

1) 123456
2) password
3) 123456789
4) 12345678
5) 12345
6) 111111
7) 1234567
8) sunshine
9) qwerty
10) iloveyou
11) princess
12) admin
13) welcome
14) 66666
15) abc123
16) football
17) 123123
18) monkey
19) 654321
20) !@#$%^&*

Aunque no esté dentro de las 20 peores contraseñas, “donald”, nombre del presidente de Estados Unidos, aparece como número 23 de la lista. “Lo siento, señor presidente, pero esto no es una noticia falsa: usar su nombre o cualquier nombre común como contraseña es una decisión peligrosa”, ha declarado Morgan Slain, CEO de SplashData.

Conocer las claves que debemos evitar a toda costa para mantener seguras todas las contraseñas que usas en Internet es vital para proteger toda la información que con estas guardamos. Finalmente, solo queda confiar en las compañías tecnológicas con las que trabajamos para que estas también protejan nuestra privacidad.

Fuente