¿Recuerdas haber aprendido a andar en bicicleta cuando eras niño? Emocionado y ligeramente ansioso, probablemente se sentó en una bicicleta por primera vez y pedaleó mientras un adulto se cernía sobre usted, preparado para atraparlo si perdía el equilibrio. Después de algunos intentos tambaleantes, quizás lograste mantener el equilibrio por unos pocos metros. Varias horas después, probablemente estuviste recorriendo el parque en grava y hierba por igual.
Los autos sin conductor de hoy han sido equipados con una gran variedad de sensores, y se les dice cómo conducir con una larga lista de reglas cuidadosamente diseñadas a mano a través de lentos ciclos de desarrollo. En esta entrada de blog, volvemos a lo básico y dejamos que un automóvil aprenda a seguir un camino desde cero, con una inteligente prueba y error, muy parecido a cómo aprendiste a andar en bicicleta.
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