FLCD triplicará la eficiencia y la resolución de LCD

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Aunque se diga que la tecnología LCD está anticuada, sigue iterando y logrando ventajas respecto a sus competidores. En esta ocasión, se ha presentado una nueva generación de FLCD, un tipo de LCD que nació en los años ochenta.

La fiebre por el OLED lo acapara casi todo en el terreno de las pantallas de los smartphones, y al ser el más mediático en la actualidad en lo que a imagen respecta, es común dar por muerta a la tecnología LCD. Sin embargo, implementaciones y variantes de ella como el QLED de la Q9FN demuestran que aún tiene mucha vida. Tanto es así que un equipo de investigación de Hong Kong ha desarrollado una sucesora parada desde hace años, Active Matrix Ferroelectric Liquid Crystal Display (FLCD).

La magia no existe, FLCD no trae los avances a los negros de microLED u OLED, pero sí otros igualmente o más interesantes. Gracias a lograr reemplazar por cristales ferroeléctricos líquidos los filtros de colores de las LCD convencionales, que consumen un 70% de la energía de la retroiluminación se gana entre tres y cinco veces la eficiencia de una LCD. Uno de los aspectos más importantes es que se emplea una tecnología de color secuencial de campo, que muestra imágenes en un solo color, lo que supone la despedida del empleo de las disposiciones de tres subpíxeles para producir diferentes colores.

Gracias a la altísima velocidad de refresco con las que se emiten las imágenes en secuencias, el efecto no es perceptible por los humanos, que visualizan lo mostrado en pantalla como en cualquier otra. El coste de producir una pantalla FLCD será más barato que el de fabricar una LCD tradicional, pues según el equipo eliminar los filtros de color de la ecuación elimina un 30% del total de producir una pantalla.

La saturación también crece (sin ser un problema en las actuales QLED, que superan en eso a sus competidoras OLED) con las pantallas FLCD, gracias a usar RGB LED para la retroiluminación en vez de la más común LED. Alcanza el 105% del espectro de color NTSC, más amplio que sRGB y DCI-P3. Con la eliminación de los tres subpíxeles para los distintos colores, se logra multiplicar por tres la resolución, y con ello, la densidad de píxeles. Habrá que ver cómo afecta a la calidad, pues en las LCD actuales en smartphones, los dispositivos más sensibles junto a los realidad virtual a la resolución por la cercanía a la cara, ya no se ven píxeles desde hace años.

Para producir los paneles y en la fase de investigación, han contado con la colaboración de AU Optronics, uno de los fabricantes más importantes.

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