Los usuarios de teléfonos móviles con el sistema operativo Android instalado pueden presumir de ser parte de un récord infame: el de mayor porcentaje de dispositivos que son inseguros. De acuerdo a los datos publicados por investigadores de la Universidad de Cambridge, en torno al 90% de los teléfonos Android que hay en el planeta pueden ser atacados utilizando al menos un agujero de seguridad de los muchos que se descubren de forma casi continua.
Los datos se refieren sólo a una muestra de 13 de las muchas vulnerabilidades que son conocidas y que, por tanto, podrían ser solucionadas con una simple actualización del software.
La política de despliegue utilizada por Google y las fabricantes bloquea sin embargo de facto esta posibilidad y hace que la antigüedad del aparato y su resistencia frente a hackers sean inversamente proporcionales.
La estadística es además especialmente preocupante si se toma en consideración que se refiere sólo a aquellos móviles con al menos un agujero de seguridad, pero buena parte de los dispositivos está en realidad expuesto a varias vulnerabilidades.
Está también la cuestión de que algunos de esos fallos de seguridad no sólo son perfectamente públicos, sino que se remontan muy atrás en el tiempo: hasta 2010 y 2011