Las Google Glass no están disponibles aún, pero eso no significa que hayan muerto, aseguró Eric Schmidt en una entrevista publicada este lunes por el Wall Street Journal.
Google Glass “es una plataforma grande y fundamental para Google”, explicó Schmidt, quien además dijo que la polémica decisión de dejar de vender la primera edición que estaba disponible para desarrolladores tiene un objetivo: “dejarlas listas para los usuarios”.
Schmidt se refiere, sin duda, al anuncio realizado en enero, cuando Google dejó de colocar la versión para exploradores de las Google Glass, casi año y medio después de que iniciara su venta, que tenía el objetivo de que los interesados en la plataforma pudieran hacer pruebas adquiriéndolas por US$1,500.
No son pocos los detractores de las gafas lanzadas en 2012 o quienes opinan que éstas se adelantaron a su tiempo. Sin embargo, algunos reportes indican que existe miedo y presiones de algunas industrias, como la cinematográfica, que podría verse afectada por clientes que decidieran grabar las películas al entrar al cine.
A esto se suman los problemas de privacidad que la tecnología de Google podría acarrear y que, sin embargo, parecen no detener a la compañía, que revive con estas declaraciones de Schmidt un producto que ya tiene más de tres años de desarrollo.
En enero, después del anuncio del fin del programa “Exploradores”, la compañía decidió abrir una nueva división para este proyecto, que hasta ahora se había desarrollado dentro del laboratorio Google [x].
Para ello nombró a Tony Fadell, ex director de Nest, como jefe de esta nueva oficina, que se encargará de llevar este ingenioso producto de Google al próximo nivel.
Otros reportes indican que las gafas de Google podrían llegar en 2015, aunque el ejecutivo de la empresa no reveló mayores detalles del programa.
Google no respondió inmediatamente a una solicitud de comentario.