Ante los abusivos precios de los libros de textos escolares, hemos planteado que la solución definitiva y de futuro es sustituir los libros físicos tradicionales por una versión digital del mismo libro o libro electrónico (eBook) que se instalaría y leería en un lector de libros, un pequeño dispositivo que es como un celular grande, parecido a una tableta, donde se pueden tener descargados miles de libros en formato digital.
Para nuestro país poder lograr avances relevantes en materia educativa y en muchas áreas de la vida nacional, es fundamental entender el uso aplicado de la tecnología como herramienta para el desarrollo de nuestra patria. Por eso entregar un lector de libros electrónicos con todos los libros de texto escolares saldría en 550 pesos por niños o mucho más económico, solo debemos como Estado acercarnos a compañías como la Alemana txtr, nacida en la ciudad de Berlín, que hace unos meses dio a conocer un nuevo lector de libros electrónicos llamado txtr Beagle con un precio de 13 dólares.
Podríamos pedirle a dicha empresa Alemana digitalizar todos los libros de texto necesarios requeridos en la oferta curricular de nuestras escuelas y liceos, con lo que se generarían ahorros multimillonarios al Estado y al presupuesto familiar, pero sobre todo lo más importante; se introduciría una forma más efectiva, pedagógica y atractiva de entrar en contacto con el conocimiento.
El nuevo lector de texto txtr beagle de 13 dólares viene con dos baterías triple A de una duración aproximadamente a 1 año, pantalla monocromática de 5 pulgadas con tecnología E-INK y resolución de 800×600. Para el almacenamiento de libros cuenta con 4GB, suficiente para más de mil libros, con una conexión Bluetooth para la transferencia de libros desde el teléfono celular. Además se podría evaluar también el lector de libros más económico de los Kindle de Amazon que cuesta sólo US$70.
Ojalá que el gobierno dominicano entienda que “no se pueden lograr resultados diferentes haciendo lo mismo”, que un proyecto como éste es sumamente viable, económico y de gran ayuda para iniciar el proceso de alfabetización digital.
Sustituir los libros de texto escolares por eBook sería verdaderamente “hacer lo que nunca se ha hecho”. Iniciemos de inmediato. “Manos a la obra”.
Quisiera saber, si a parte de los libros electronicos, existen aparatos iguales, pero lectores de otros propositos, es decir, graficos, etc..
Hola, Ing. Morrison. Me dio mucho gusto leer en su columna la idea de los libros de texto electrónicos pues, como educadora preocupada por las deficiencias y necesidades de nuestro sistema educativo, llevo dos años trabajando con recursos propios un proyecto educativo de base tecnológica concebido hace más de seis años, el cual incluye el uso de libros de texto digitales. Dicho proyecto pretende aplicar los beneficios de las TIC’s a todas las asignaturas y en todas las aulas. El proyecto consiste en una real reingeniería de la educación. Las reformas se irían haciendo paulatinamente, pero desde un principio se iniciarían las clases audiovisuales, para lo cual sólo se requeriría la instalación de monitores o pantallas de ciertas dimensiones y un computador que hará las veces de servidor.
En cuanto a los lectores de libros, la idea es muy buena pero no abarca a todo el alumnado, ni soluciona todas las necesidades. Surgen inquietudes:
¿Qué y cómo hacer con los más pequeños, que no cuentan con la madurez necesaria para cuidar esos dispositivos? ¿Y los estudiantes más desposeídos que, por asuntos de formación y cultura, son muy destructivos? Con nuestros libros de texto electrónicos, los estudiantes sólo necesitarán tener acceso a un computador cuando están en casa, y en clase tienen acceso al libro digital todos a la vez a través de la pantalla.
El proyecto nuestro incluye mobiliario y equipos al menor costo posible que permitan impartir la docencia de forma digital (audiovisual), mediante el uso de presentaciones de Power Point, videos, libros de texto electrónicos, etc. Los resultados obtenidos hasta ahora son excelentes, y lo podemos demostrar.
Tengo el proyecto registrado en ONDA (Oficina Nacional de Derechos de Autor)pero no he podido darle el impulso deseado por razones de índole económico. Estoy abierta a cualquier sugerencia suya al respecto. Muchas gracias por su amable atención. Sarah.