Una tormenta solar geomagnética producida por una erupción que tuvo lugar el pasado 4 de marzo se dirige a la tierra y podría afectar a los sistemas GPS de gran precisión. A pesar de poder tratarse de la tormenta más poderosa de los últimos seis años, no hay ningún riesgo para la población.
Este hecho tendrá tres etapas diferentes, dos de las cuales ya tuvieron lugar. Así, la primera consecuencia fue la llegada a nuestro planeta a lo largo del martes de dos llamaradas solares, que pudieron haber causado apagones de radio.
Después, según explica Reuters, la radiación solar llegó al campo magnético de la tierra durante el miércoles, lo que hizo que los astronautas de la ISS no realizasen caminatas fuera de la plataforma por precaución.
Por último, el plasma enviado llegará hoy a la Tierra. Esto podría alterar el funcionamiento de los GPS más precisos, aunque los navegadores utilizados en los coches, por ejemplo, no deberían verse afectados.
Según la agencia encargada de meteorología espacial estadounidense, esta fase ya ha comenzado. No obstante, por el momento, la orientación del campo magnético “ha sido la opuesta a lo que se necesita para causar la tormenta más fuerte”. Sin embargo, creen que las predicciones hechas hasta el momento “parecen justificadas”.